Un terrible dolor de cabeza invadió al Flaco al despertar. Aún antes de abrir los ojos los achaques de la terrible cruda y el característico mareo, leve pero constante, lo hizo recordar los tragos de la noche anterior, que en realidad habían comenzado desde el medio día. No tenía la menor intención de abrir los ojos; imaginó que si se quedaba inmóvil, tan solo respirando, podría volver a dormir y hallarse más repuestito al despertar, así lo intentó. Pero un movimiento cerca de su pierna izquierda lo mantuvo incómodo. Al principio creyó que se trataba de otro síntoma de la resaca, pero, poco a poco, el movimiento se hizo insoportable. El Flaco debió, pese a toda su resistencia, abrir los ojos y dirigir su mirada hacia ese sector de la cama. Sin saber bien a bien qué sucedía, notó que cerca de su pierna existía un pequeño bulto que se movía de un lado a otro, oscilando unos 10 cm aproximadamente. Tardó en entender que ese movimiento era el pie de Jeremías, quien se había quedado perdidamente dormido junto a él en algún momento de la noche anterior. Sin voltear a verlo, el Flaco le dio los buenos días, luego de unos momentos sin recibir respuesta le dijo: "Cómo te sientes, pinche J? Estuvo duro el chupe, no?"... Nada... El Flaco, un poco intrigado y un poco valemadrista al mismo tiempo, dirigió su mirada hacia el rostro de Jeremías. Incredulidad y una fuerte carcajada se apoderó de él cuando se dio cuenta que, pese al insistente movimiento de su pie, Jeremías estaba dormido y hasta roncando. "No mameeeeeeeeen!!!! Jajajajajajajajajajaajajajajajajaja, vengan a ver a este weeeeeeeeeeeyyyyyy, jajajajajajajajajajajajaja!!!!", vociferó el Flaco para invitar a sus amigos a presenciar el fenómeno. Algunos hablan dormidos, otros ríen, otros aplauden, otros inclusive caminan, pero Jeremías movía el pie derecho, un movimiento como de tick nervioso, pequeño pero incesante. "Verga! -dijo Vino Tinto- que pedo tan loco" "Jajajajajajaja, pinche Jeremías, es que se puso un pedo de miedo", añadió Zombie. Quizá sintió las miradas, de pronto Jeremías abrió los ojos, miró lentamente a cada uno de los presentes, sin decir nada bajó de la cama torpemente y se sentó a un lado de ella, en el suelo, recargando su espalda en la puerta del clóset y abrazando sus rodillas frente a él. Su mirada era extraña, perdida, vaga, parecía un neo nato que veía la luz primera... levantó un poco la cabeza y dijo "Me siento mal". Así, fue todo, el color de su piel comenzaba a tornarse pálido -más aún de lo normal. Las grandes carcajadas fueron silenciándose y trasformándose en risitas nerviosas apenas. Mac, algo preocupado ya, preguntó con seriedad "En serio te sientes mal, J?" Éste, sin mirarlo a él, movió su cabeza hacia el frente y, dirigiéndose al Flaco, señaló con toda tranquilidad y voz queda: "Me siento muy mal". "Te lo dije, weeeeey! -apuntó incisivo el Tigresa- por tomar esas mierdas, cabrón! Yo se lo dije!". Para ese momento, todo era confusión. Jajavier, llegó a la habitación y, sin saber nada, observó la extraña imagen: Jeremías sentado en el suelo junto a la cama; el Flaco, Vino Tinto, freacking Nazi, Zombie, el Tigresa, Vader y Mac mirándolo con incredulidad, asombro y algo de morbo. "No mames, Jeremías, en serio te sientes mal? -dijo freacking Nazi rayando ya en la preocupación verdadera- Wey, este cabrón se ve mal, hay que llevarlo al hospital... neto, wey... Jeremías, cómo te sientes? En serio que hay que llevarlo, weyes, se ve re mal..." Zombie, consciente de que freacking Nazi se encontraba al borde de un colapso se limitó a señalar: "Pues cómo no va a sentirse mal este cabrón después de todo lo que se mamó????", dijo. "Yo se lo dijeeeeeeeee!", señaló el Tigresa. "A ver -dijo Mac con su caracterísitca voz calma y las manos al frente, mostrando las palmas a los presentes con un gesto de 'yo no sé', levantando un poco los hombros- cálmense todos, Jeremías está muy crudo y tenemos que agarrar carretera, hay que darle algo para que se sienta mejor". "Yo se lo dijeeeee", volvió a decir el Tigresa. Vader y Vino Tinto no habían dejado de reír y contemplar a Jeremías. "No mames, como va a entrar la camilla al elevador???", dijo el freacking Nazi muy alarmado, entrando al departamento. "Cálmate ya, chingá!!!", dijo Zombie. "No mameeeees, una camillaaaaaaa, jajajajajajajajajajajajajajaja", dijo Jajavier y sus risas se mezclaron con las de Vino Tinto y Vader. "Le voy a hablar a mi jefe, wey -dijo el Tigresa poniéndose de pie y dirigiéndose al teléfono-, que me diga que podemos darle a este cabrón para que se aliviane... Ay, pinche Jeremías, yo te lo dijeeeeeeeee". Jeremías continuaba sentado en el suelo, con la cabeza gacha abrazando sus rodillas. De súbito se puso de pie y corrió hacia el baño con la prisa que sólo el vómito o la diarrea pueden provocar. Quizá tenía ambas. "Bueno, papá? -decía el Tigresa con el auricular en el hombro derecho- Oye, un carnal anda bien crudo, qué le podemos dar? Es que tomó mucho Red Bull o alguna de esas madres.... Claro, yo se lo dijeeeeeee... sí, se lo dijeeeeeeeeee... Pues sí, yo se lo dijeeeeeeeeee". Continuará.
Beto.
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2 comentarios:
No puedo creer que alguien pueda quedar en ese estado a causa del alcohol, yo creo que todo es producto de tu imaginación... o bien traías un muy buen viaje (a lo mejor tomaste del vaso del DJ, y algo traía).
Que curioso, a mí me contaron un historia similar, pero pensé que era un cuento de horros, de esos que les cuentan a los niños para que se alejen de las drogas.... en verdad que curioso.
No puedo esperar al siguiente capítuloooooooo
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