Las condiciones estaban dadas. Ayer, éramos más de 85 mil aficionados del América listos para la celebración, pero, nuevamente tuvimos que probar del jarrón de la tristeza.
Y es que, repito, el problema no es perder. En el futbol, como en todos los deportes-juegos, hay de dos sopas: salir vencedor o salir derrotado. Es parte del juego mismo, pero hay maneras. Regalar dos goles de la manera como se les obsequiaron ayer a Arsenal (un buen equipo, sí, pero definitivamente vencible) es, quizá, la forma más indignante de perder. Dejar escapar un partido así, por desanteciones infantiles como esas dos de la zaga azulcrema, es casi tan indignante como no poner lo que se debe poner en una final, es decir, morir de nada. Recuerdo aquella semifinal de la Copa Libertadores del 2000. El Azteca abarrotado, le ganamos a Boca por 3-1, no nos alcanzó, pero al final salimos contentos, tranquilos porque vimos bien que el equipo había dejado todo en la cancha.
Encima, el arbitraje. ¿Qué más hay que decir sobre un terna arbitral que permite que un jugador expulsado se vaya a sentar un rato a la banca o que marque un fuera de lugar originado en un saque de banda?!?!?!?!?!?!?!?!?!? Pero eso lo sabíamos, así ha sido siempre con los equipos mexicanos en la Libertadores y en la Sudamericana (aquél penalti atajado por Lucchetti cuando paraba en Santos que hicieron repetir en la cancha de River en la Libertadores del 2004, supuestamente porque se movió en la raya de meta, o latarjeta roja que le perdonaron al "Pato" Abondannzzieri en la Bombonera durante la final de la Sudamericana del 2005 contra Pumas); y de la leña que repartiron los argentinos mejor ni hablar; en estos torneos hay que prepararse para ganarle al equipo rival y al hombre del silbato. Todas, absolutamente todas las jugadas importantes y/o dudosas las pitarán a favor del equipo de sudamérica. No hay pretexto.
Lo de ayer, desastrozo, si bien la parte ofensiva del equipo había trabajado adecuadamente, la defensiva fue como para soltar el llanto. Hace al menos dos años que tanto la prensa como la afición hemos señalado la ENORME falta de al menos un defensa central para el equipo. Ayer quedó más que demostrado que Duilio ya envejeció y que el chileno Rojas, toda entrega, sí, se está quedando corto para la exigencias de las Águilas.
Veo muy difícil la vuelta, la verdad. Me duele mucho, pero creo que será una misión imposible.
Es una lástima, las condiciones estaban dadas, pero....
Más nada.
Beto.
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