lunes, 10 de diciembre de 2007

Mario no tiene la culpa. (Luis)

¿Y de qué no tiene la culpa Mario?, pues de que ya no me gusten sus juegos. Pero no me malinterpreten, no odio a Mario Bros., simplemente, considero que la industria de los videojuegos, ha crecido tanto, que al igual que el resto de las industrias dedicadas al entretenimiento, debe enfocarse a diversos segmentos de la sociedad.
En pocas palabras, a lo que me refiero, es que Mario, y más específicamente su último juego, Super Mario Galaxy, se enfoca de manera primordial a un público más bien infantil.
Lo anterior no es para nada malo, por el contrario, la base de los consumidores de Nintendo, son niños (no por nada, el presidente de Square – Enix, casa desarrolladora de juegos como la serie Final Fantasy, clasificó a la consola Wii como un juguete), sin embargo, muchos jugadores más maduros, no encontrarán gran diversión en el referido juego; yo, incluso llegué a sentir que me encontraba terminando el juego más por obligación que por el placer de jugar, un sentimiento muy similar a lo que debió sentir Elvis Presley, al subirse al escenario a dar sus últimas presentaciones, en donde seguro ya no le daba nada de gusto ni ganas mover esas caderas.
Es innegable todo lo que se le debe a Mario, es un personaje icónico de los videojuegos, y no por nada, Super Mario Galaxy, obtuvo las mejores calificaciones que cualquier juego de Mario ha obtenido, pero ante juegos mucho más complejos, con historias elaboradas y personajes más llamativos, es evidente que Mario puede verse demasiado infantil en su eterna lucha contra champiñones malignos, lidereados por un lagarto gigante, tratando de rescatar (por enésima vez) a la princesa de un reino, habitado también por champiñones, pero amigables.
En conclusión, si tienes muuuchas ganas de jugar un título de Mario, sólo porque siempre lo has hecho, está bien, adelante, pero recuerda estas palabras cuando lo juegues, Mario es para un público más bien joven (pero de verdad joven) y si a algún adulto le gusta, tampoco es problema, al fin y al cabo, todo es cuestión de gustos, y juegos como estos deben existir, porque definitivamente, si yo tuviera un hijo (que no tengo ¡lo juro!), no le daría un Gears of War o un God of War, para que jugara, no, no, no, creo que siempre pensaría en el plomero italiano como una excelente opción, para introducir a mi neófito (y ficticio) hijo, en el mundo de los videojuegos.
Luis.

4 comentarios:

Beto, Lobo, Luis y Gerardo (Vale) dijo...

Estoy convencido de que el mundo sería un lugar mejor -o al menos nuestro México- si lo habitaran champiñones amigables.

Ju dijo...

a mí se me hace que sí tienes un hijo... esa impresión me da...

Beto, Lobo, Luis y Gerardo (Vale) dijo...

sus comentarios me halagan, pues soy el primer blogger del Ministerio de la Buena Onda que los recibe, gracias!
Aunque no tengan mucho que ver con lo que postee jeje

Anónimo dijo...

Una felicitación grande al Ministerio de la Buena Onda y bueno, ojalá algún día pueda comprar una consola de juegos nuevamente. Saludos hermanos y toda la buena vibra!!