miércoles, 2 de enero de 2008

Yo se lo dijeeeeee. 3ª parte. (Beto)

"No mames, llevamos seis horas y media de camino, qué pedo???", preguntó algo desesperado Zombie, a quien la cruda ahora hacía hablar lento y algo arrastrado. La luz natural se había extinguido del todo ya, cerca de las ocho de la noche, el frío también había acrecentado y se sintió con mayor fuerza toda vez que el clima tropical había hecho a nuestros personajes abordar el auto en mangas de camisa; Zombie y Jeremías, inclusive, usaban bermudas. El otro auto, conducido por Jajavier, se había perdido de vista, pues a las afueras de Cuernavaca el Tigresa, confiado en su conocimiento de la ciudad de la eterna primavera, aseguró que sabía de un atajo que los haría disminuir a la mitad el tiempo del retorno al D. F. No se supo más de ellos.
Jeremías seguía sin dar signos de vida, aunque, por otra parte, ya no se quejaba, había dejado de vomitar y parecía dormir tranquilamente. "Pobre wey, sí que se siente del carajo, no?", dijo el Flaco. "Pues por tomar tanto esas mierdas; el Tigresa se lo dijoooooo, jajajajajajajajajaja", señaló Vader. "Lo que Jeremías tiene es una cruda de su pinche madre! -concluyó firmemente Zombie, con esa seguridad que sólo el haber padecido algo similar puede provocar-, es más, deberíamos pasar a una cantina a curársela". Quizá fue coincidencia, quizá escuchó la palabra cantina o quizá fue la curva que acababan de pasar velozmente, pero Jeremías, que parecía semi inconciente, reaccionó en el acto, abrió los ojos súbitamente, se inclinó hacia adelante y tocando el hombro del Flaco, dijo con voz queda y serena, pero entrecortada: "Oríllate". El Flaco comprendió en el acto, estiró su mano derecha para poner a funcionar las intermitentes del auto y cuidadosamente aparcó en el acotamiento. "Voy a hacer movimientos!", le dijo Zombie entusiasta mientras golpeaba su cabeza y tomaba un trapo (que algunos dicen que eran unas bermudas y otros que era una playera) color naranja fosforecente. Vader, bajó del coche, abrió la puerta y reclinó el asiento, Jeremías salió con apuros y Zombie, detrás de él, corrió unos diez metros hacia atrás del auto y comenzó, trapo en manos, a hacer señalamientos de precaución.
El Flaco, algo preocupado y sin soltar el volante, dividía su atención en observar por el espejo lateral izquierdo a Zombie, quien, dentro de todo y pese al frío característico del lugar cercano a Tres Marías, parecía disfrutar pues ondeaba el trapo como eufórico barrista integrante de la "Jugador número 12" de Boca Juniors, sólo que el movimiento no era circular, sino más bien de arriba hacia abajo, algo hiphopero, digamos; en observar a Jeremías caminando de un lado a otro, como marido en la sala de espera de partos, manoteando y hablando con él mismo; y a Vader, quien, recargado en la puerta del coche, con las manos en las bolsas, miraba tranquilamente el delirio de Jeremías. De pronto, el Flaco escuchó un toc toc que provenía del cristal de la puerta del copiloto; era Vader, quien al parecer quería decirle algo. Bajó el vidrio y escuchó: "Dice Jeremías que nos vayamos, que lo dejemos aquí..."; el tono de Vader parecía realmente serio, quizá la petición de Jeremías le había resultado sensata y, como el Flaco venía al volante, a Vader se le había hecho lo más normal y correcto consultarle, como dejándolo a su consideración.
Tras seis o siete segundos de silencio, el Flaco irrumpió: "No mames, wey! Cómo lo vamos a dejar aquí??? Dile al cabrón que se suba y grítale a tu hermano para que venga ya!!!! jajajajajajajaja". Todos volvieron a abordar el auto y retomaron su camino a la capital.
Tal vez nunca logremos saber en qué estaba pensando Jeremías cuando propuso quedarse en la autopista solo y de noche, y mucho menos lo que pasó por la cabeza de Vader al comunicarle la petición de Jeremías al Flaco y considerarla viable...
En la parte final del trayecto, sólo se escuchó una última discusión. "No mames, cómo vamos a dejar así a este cabrón en su casa?", preguntó Vader. "Jajajaja, yo creo que lo llevamos, lo dejamos recargado en la puerta como bate de beisbol...", decía el flaco " ...tocamos el timbre y nos vamos corriendo, jajajajajajajajajajaja", completó Zombie. Quizá así lo hicieron. Fin.
¡Feliz 2008!
Beto.

3 comentarios:

Gerry dijo...

La opción de dejar a Jeremías no me suena tan absurda, por lo que yo no culparía a Vader por poner el tema a consideración; seguramente Jeremías contaba con un plan alterno para su regreso... me niego a creer que alguien (sin importar el grado de la cruda) pueda realizar una petición de ese tipo sin tener respaldo alguno.

Anónimo dijo...

Genial, simplemente genial; me pregunto que será de todos esos muchachos del relato, y sobre todo veder, creo que su idea fue lo más sensato que se pudo ocurrir a cualquiera, dadas las circunstancias.

Anónimo dijo...

jajajaja si!!!
se que me tardo años en leer esto pero jajajajaja si quieren saber mi comentario;me encontraba leyendo estoy y de tanta risa, mi jefe entró a preguntar que si estaba bien??? jajajajajajajaja a lo que respondí: ahhmmmm si!! es que mmm mmmm mmmm me acordé de algo!!
jejeje
me habrá creido??

maik suky suky