Desde entonces, en los medios deportivos mexicanos no se ha dejado de tocar el tema. La mayoría de ellos coinciden en señalar, no sin razón, la total falta de credenciales por parte de Diego Armando para el nuevo y muy arriesgado cargo. También me he dado a la enferma tarea de investigar las reacciones en la propia Argentina y he descubierto, no con mucha sorpresa, que todo el mundo parece estar muy de acuerdo con la designación. Es más, algunos se atreven a afirmar que ya era justo que se le diera su oportunidad a Diego y hasta que es el momento idóneo para él. ¿Cómo es eso?
La vida de Maradona es de todos conocida. La clásica historia del niño proveniente de una familia numerosa y muy pobre de la provincia de Buenos Aires. El pibe, creo, nunca estudió más allá de unos años de la primaria y dedicó todas sus energías a jugar al futbol. Debutó en primera división en el equipo de Argentinos Juniors en 1976 y de ahí pasó a Boca, donde se mantuvo de 1981 a 1982 y ganó un Campeonato Metropolitano. Fue fichado por el Barcelona y ahí comenzó su gloria, pues, entre 1982 y 1984, ganó una Liga, la Copa del Rey y la Supercopa de España. Lo mejor estaba por venir, fue el capitán y completo artífice del Campeonato mundial logrado por Argentina en México 86 y durante su estancia en el Nápoles vivió sus mejores momentos. Ahí, entre 1984 y 1991, ganó 2 veces la liga de Italia, una Copa de la UEFA, una Copa de Italia y otra Supercopa de Italia. Ese fue, a mi parecer, su mayor logro, pues el Nápoles era un equipo en el olvido total. Es como si, toda proporción guardada, llegara un jugador al Jaguares de Chiapas y, en un periodo de 7 años, lo hiciera dos veces campeón del torneo mexicano, una vez campeón de campeones, campeón de la Libertadores y campeón de la Sudamericana. Así más o menos.
Del Nápoles pasó al Sevilla, de ahí volvió a Argentina con el Newell's Old Boys de Rosario y, finalmente, jugó en Boca Juniors una vez más, donde se retiró en 1997.
Su experiencia como DT es poco menos que ínfima. Dudo siquiera que haya hecho los estudios correspondientes. Dirigió por primera vez a un equipo llamado Deportivo Mandiyú de Corrientes, donde dirigió 12 partidos y sólo ganó uno. Luego volvió a dirigir a Racing Club de Avellaneda, ahí sólo ganó 2 de 11.
Como jugador, lo sabemos, fue quizá el mejor. Jugó tres Mundiales: México 86; Italia 90, donde fue subcampeón gracias a un gol de penal que marcó Alemania en la final que pitó el mexicano Codesal, por cierto; y en Estados Unidos 94, donde sucedió lo peor, al ser expulsado en pleno torneo por dar positivo en un control antidopaje.
El gran problema de Diego, es sabido, fue la droga, esa "blanca mujer de misterioso sabor y prohibido placer". En 1991, inclusive, fue arrestado por posesión de cocaína.
En conclusión, el gran astro dentro de la cancha, fue todo lo contrario fuera de ella. Entonces, por qué un tipo con dichos antecedentes, drogadicto, ignorante y engreído es tan amado, al grado de que los argentinos le confían -y parecen estar muy contentos de hacerlo- quizá el mayor de sus tesoros, que es la selección de futbol?
Por más vueltas que le he dado, sencillamente no lo entiendo. Como jugador fue lo mejor de lo mejor, sin duda, pero como DT qué puede ofrecer Maradona? y más a una selección a la que se le exige tanto y que siempre uno tilda de favorita en cualquier torneo que juega.
Por qué, en resumen, a Maradona se le ha perdonado y perdonará TODO lo malo que ha hecho y hará en su vida? Por qué es el personaje argentino más famoso del mundo en la historia, por encima, inclusive, de Eva Perón y el "Ché" Guevara?
La respuesta, creo yo, se encuentra en la idiosincracia argentina. Para ellos, para la inmensa mayoría de ellos, el futbol no es sólo un juego, no es sólo un deporte; el futbol, simple y llanamente, es parte de su vida. Si partimos de esa base, quizá logremos entender porqué Maradon ha inspirado -el colmo del absurdo- hasta una religión.
No dudo que Argentina se clasifique al Mundial, menos al saber que detrás de Maradona -al lado, diría yo- estará Bilardo (el DT campeón de México 86), y quizá también el "Tata" Brown y Sergio Batista (jugadores compañeros de Diego en el mismo mundial), pero temo que exista la posibilidad de que, por darle la selección al mayor referente dentro de su historia en el futbol, se lleven una desagradable sorpresa. Que nos pregunten a nosotros...
En conclusión, para entenderlo se necesitaría ser argentino.
Más nada.
Beto.
He estado luchando por acordarme, sin ceder a la tentanción de consultarlo en internet o alguna otra fuente, de los 11 integrantes que jugaban de titulares en la selección argentina de México 86. Hasta ahora recuerdo a Pumpido, Ruggeri, Olarticoechea, Batista, Brown, Borgui, Burruchaga, Valdano y Maradona. Me faltan dos. Quién me ayuda? Pero a pura memoria.