Uy! la oscuridad.

Ya sabes, tu clásica historia de gánsters ítalo – americanos… seguro, muchas balas, traiciones, la familia, negocios turbios, etcétera. Pero… qué tal si a una historia de este estilo, de por sí sangrientas y con muchas muertes, le añades un toque, digamos, un tanto oscuro. Pues bien, tendrás como resultado este juego, The Darkness, un FPS desarrollado en Nueva York, que comienza cuando tu protagonista Jakcie Estacado, cumple sus veintiún añotes y su tío lo traiciona, es en ese momento cuando descubre que una fuerza oscura lo protege y fortalece, la cual se llama precisamente así, la oscuridad, la cual, en realidad no te dicen claramente qué es en el juego, pero es un ente del infierno, eso es seguro, que te permite tener un par de tentáculos del meritito averno a tu servicio, con los cuales puedes hacer muchas cosas, como sorprender desde lejos a tus oponentes, levantar autos, usar pistolas con balas infinitas, o provocar un agujero negro que succiona todo a tu paso (mi poder favorito por mucho)
La sensación de poder es muy grande, en verdad te sientes muuuuy superior a tus enemigos y esto es quizá el punto débil del juego, porque en realidad no representa un reto el terminarlo, caso cualquiera con un poco de perseverancia e imaginación para usar los poderes de la oscuridad lo puede terminar. Pero no puedes dejar de sentir una inmensa satisfacción cuando tus enemigos gritan de terror al ver que llegas, sobre todo en la última parte del juego.
La única condición que se te impone para poder usar tus poderes oscuros es el, mmmm encontrarte en la oscuridad, este, pues así como lo lees, en realidad gran parte del juego la pasas disparándole a focos, más que a los enemigos, porque, al igual que el sexo, una vez que se va la luz, la diversión comienza, porque tienes a tu disposición todos los ataques antes descritos, además que si recibes algo de daño, con ocultarte se repondrá tu “nivel de oscuridad” con lo cual podrás recibir más balazos, aunque no sean de buen humor.
Definitivamente lo que más destaca de The Darkness es la narrativa, sobre todo porque emplean el clásico estilo de películas de mafiosos, tipo el padrino, pero con un tinte algo torcido, por ejemplo, (y si no quieren saber algo de la historia, mejor párenle aquí) la escena en la que matan a tu novia, es verdaderamente cruel, en pocas palabras, esa escena es de las que cuando termina no puedes dejar de decir “hay cabrón!” no pensé ver en un videojuego una escena así, y creo que pudo ser peor, o quizá más gráfica, pero el sentimiento de impotencia que te hacen sentir está muy bien logrado.
También, los distintos momentos en los que escuchas los monólogos de Estacado, antes de entrar a una misión, son divertidos, aunque algunos sirven para reforzar la narrativa del juego, además, los personajes clichés no podían faltar, como tu tío, el Don, que es el jefe a vencer, los policías corruptos, la tía vieja pero buen pedo, el soplón, el grandote que no toma partido por nadie, la novia dulce, pero algo mensa, que no tiene idea de que te ganas la vida matando gente… en fin, llena las expectativas de las personas que disfrutan de las historias de gánsters, que en realidad a mi no me agradan tanto, pero este juego lo vale, desde el inicio loco huyendo por los túneles de nueva york, hasta la matanza final, tipo scar face (no idéntica, pero lo más parecido que encontré) y la cereza en el pastel, la canción del Padrino a ritmo de blues al momento de los créditos finales. Bien logrado el juego, en cuanto a su narrativa… el final, bonito, me gustó, creo que el pobre Estacado merecía algo de paz hacia el final.
Mi calificación: 3 tamales.
Como dato adicional, me encantó el hecho de que las teles que encuentras en el juego, les puedes cambiar de canal, y ver desde caricaturas de Popeye, hasta videos, que la verdad nunca reconocí la banda que tocaba. También los entes oscuros que puedes invocar para ayudarte son divertidos, digamos que le añaden el toque cómico a esta historia, bueno, si es que estás en el mood de un humor negro y cerruchar cadáveres te haga reír ¿verdad?