Una noche de huevos. (Beto)

"Directiva: ¡Gracias por el peor América de la historia! ¿¿¿Hasta el 1º de junio???" Así rezaba la pancarta que el buen Leo y yo preparamos para ir al estadio y desplegarla. Asimismo, teníamos listas las bolsas de papel, pues estábamos seguros de que, luego de lo mostrado hasta ahora, el América -último de la tabla de la liga mexicana- no podría sacar siquiera el empate ante River Plate -líder del torneo argentino. Así, pasamos por Fernandofuckinmamón y nos dirigimos, resignados y expectantes, al Azteca.
Todo parecía darnos la razón. Al minuto 8 un centro de tiro libre de Abelairas fue peinado por Nasuti, Memo -que salió en una de sus peores noches- escupió el balón y lo dejó a merced de Archubi, quien lo depositó en el fondo de las redes, festejando como el gran Temo, por cierto, lo cual nos hizo enardecer aún más. Una pesadilla. El primer tiempo se fue con un River a la espera y un América que intentaba encontrarle la cuadratura al círuculo, pero sin éxito.
Pero algo milagroso sucedió en el entretiempo que el América salió decidido a quedarse con la victoria. Cuando falta el futbol, deben sobrar los "cojounes" y, por fin, después de varios meses de no demostrarlos, las Águilas pusieron lo que se debe poner. Un segundo tiempo de locura...
Al 8' del segundo tiempo Íñigo remató certeramente un centro por la izquierda de Rojas; dos minutos después, Esqueda hizo lo propio a pase de Cabañas (el gran Cabañas); casi enseguida Cervantes igualó con un autogol, pero se repuso pronto para cabecear un estupendo centro nuevamente de Rojas, producto de una gran jugada de pizarrón a balón parado. Por desgracia, dos minutos después, Abreu remató con la espalda, aprovechando una terrible salida de Memo -quizá desesperado por la gran preocupación que provocaba cada balón parado de River- y empató. Pero vino lo mejor, Cabañas (el gran Cabañas) recibió afuera del área y con un zurdazo implacable, de media vulta, venció al arquero Carrizo con un remate grosero pegada a su palo izquierdo.
Una victoria a base de riñones, lo que tanto pedíamos los seguidores azulcremas. Una noche loca y de huevos. Pero no nos dejemos contagiar por la locura, sigo pensando que la directiva -principal culpable de la situación del equipo- debe irse cuanto antes, y sigo pensando que Romano no tiene nada que hacer en el América. Se ganó un partidazo, sí; sólo esperemos que no sea un espejismo, y que esta victoria fantástica frente a River Plate sea el revulsivo, al menos de ánimo, no ya de futbol, que el equipo tanto necesitaba. Veremos.
Más nada.
Beto.