Molesto y avergonzado... (Beto).

Y sí, no puedo encontrar más palabras que describan lo que deben sentir en este momento los americanistas. Un cúmulo de errores, ineptitudes, ineficacias y hasta quizá mala fortuna han hecho a este equipo el peor, sí, señores, el peor de los últimos años.

Errores terribles en la defensa, desconcentraciones en la delantera y una media cancha que parece jugar ya en el hartazgo se han combinado para tener al equipo en el último lugar de la tabla general, lo cual no sucedía, me informan, desde 1971. Una verguenza!

Ya habíamos comentado en alguna entrada anterior el terrible error que siginificaba traer a Rubén O. Romano al banquillo de las Águilas (véase ¡Por piedad!), bien señalamos que su manera de dirigir sencillamente no encajaría en Coapa; los resultados comienzan a verse.

A mi humilde entender, todo este problema se viene arrastrando desde arriba, es decir, desde la cúpula directiva. El Sr. Cañedo, a últimas fechas, ha caracterizado su gestión por su terrible costumbre de improvisar. Así, echó al "Flaco" Tena sin tener un sustituto capaz; despidió a Ricardo Rojas y a Davino sin contar con un buen repuesto para la defensa; echó al "Ruso" sin tener asegurado a un reemplazo que en verdad enderezara el barco. Qué falta de planeación!

Por ahora sólo queda encomendarse al Altísimo. Nada, absolutamente nada bueno se vislumbra en el futuro del América. El jueves contra la Universidad de San Martín de Porres cualquier cosa puede pasar; el sábado en el Estadio Azul, la máquina seguramente podá deshacerse de la jettatura que, hasta el día de hoy, ejercen las Águilas sobre ellos...

Hace 50 años que el América no perdía 4 juegos al hilo en la Liga, ahora ya van 5. Hace 37 años que el América no se encontraba en el fondo de la tabla general. No sé qué es lo que siga...

Por lo pronto, sólo "agradecer" a la directiva, a cuyas nefastas decisiones debemos este amargo presente.

Más nada.

Beto.