miércoles, 11 de febrero de 2009

Ojalá me equivoque... (Beto).

En primer lugar, apreciados lectores, y a riesgo de sonar repetitivo y carente ya de toda credibilidad, debo ofrecer una enorme disculpa por estos casi dos meses de nula actividad en este Ministerio. No viene a cuento mencionar las razones de trabajo, estudio y demás que nos han impedido actualizarlo como quisiéramos, además de la incumplida promesa de poner a disposición de ustedes el tan mentado podcast. Comprendo que no estoy ya en posición de prometer regularidad respecto a las entradas de este blog, pero sí les puedo empeñar mi palabra en que, en los días venideros, haremos lo posible por regresar y cautivar a más de uno.
Dicho lo dicho, entremos en materia.
El primer partido del hexagonal final entre México y los EU acaba de terminar. Sin afán de presunción, un servidor vaticinó un 2-0 a favor de los gringos que, por desgracia, se convirtió en realidad. ¿Qué está pasando con la selección nacional?
Este cuestionamiento tiene, creo yo, varias respuestas. La primera que propongo es simple e imbatible: los estadounidenses ya saben jugar al futbol y comienzan a hacerlo realmente bien.
Para nadie es un secreto que, por mucho que nos duela, el futbol norteamericano ha crecido más velozmente que el mexicano. Este creicimento, si bien no es tan patente en la MLS, sí lo es a nivel selección. Basta con mencionar el ejemplo de que, en muchos menos mundiales que nosotros, los gringos ya han llegado más lejos.
Ya veo en Erickson un problema. El tipo no parece meterse a los partidos. No convoca a los jugadores adecuados, no pone un cuadro titular adecuado, ni hace los cambios adecuados en los momentos adecuados, ni parece importarle. ¿Por qué meter de inicio a Nery, cuando a lo sumo ha jugado unos 90 minutos en el último año y medio, y a Giovanni, la decepción más grande que hemos tenido en los últimos años, cuya situación es parecida? ¿Por qué dejar en la banca a Zinha cuando parece ser el único "enganche" genuino que hay en México apto para jugar en el representativo nacional? ¿Por qué no mover a Pavel y a Leandro cuando no más no aparecen en la cancha? No encuentro respuesta a estas preguntas. No entiendo cómo puede ser que yo, un simple aficionado, se da cuenta de estos contrasentidos y no lo haga el DT o, lo que es más grave, aquellos que lo rodean y supuestamente lo "asesoran".
Rafael Márquez. Por vida de Dios! Qué pasa con él??? Hacia el final del partido en el que México perdió con EU y quedó eliminado del Mundial del 2002 le dio una terrible patada (con codazo incluido) a un jugador norteamericano que le costó la tarjeta roja. En el último partido de la primera etapa de la presente eliminatoria, ustedes recordarán, le hizo una entrada artera a un jamaiquino que, de milagro y equivocadamente, el árbitro no juzgó como ameritoria de expulsión. Hoy, en el colmo de la locura, so pretexto de pelear un balón por alto en el área grande de los EU -que por cierto no tenía ninguna importancia-, le propinó una patada alevosa al portero gringo. Inútil, absurdo, terrible. No se puede creer que nuestro mejor jugador (sin duda, hoy por hoy uno de los mejores defensas del mundo), el emblema, el gran capitán, titular indiscutible en el club que mejor juega en la actualidad, acostumbre hacer cosas de ese tipo en los momentos más importantes. Una de dos -tal vez las dos-: o no puede "manejar la presión" y por ende no es la figura que todos creemos que es, o, de plano, lo hace a propósito -tan absurdas son sus acciones que no me extrañaría.
Esta mañana escuchaba en la radio que México, aun proponiéndose no hacerlo, calificará al Mundial de Sudáfrica 2012, pues, al disputar 3 lugares y medio, las matemáticas hacen altamente improbable que quede fuera. Creo que es cierto, pero, después de ver la inoperancia de esta selección, también creo que pasaremos ratos amargos, como el no poder ganarle a los EU en el Azteca. Ojalá que me equivoque.
Ahora bien. Las Águilas del América. Entiendo aún menos. El "Pelado" sencillamente no pudo, así de fácil. Después de una temporada de "adaptación" y de una inversión de casi 25 millones de dólares para armarle un equipo altamente prometedor, el tipo simplemente fue incapaz. La directiva cree que la mejor opción es Jesús Ramírez. Yo no. A mi parecer, la solución no se encuentra en un DT que JAMÁS ha dirigido en primera división, que no tiene conocimiento interno de lo que es un club tan complicado como el América y que su único logro -muy grande y meritorio, no lo niego- ha sido el campeonato mundial que consiguió con la selección infantil. Sobra decir que no es lo mismo dirigir a chavos de 17 años, cuando más grandes, que a jugadores profesionales en un club rodeado de tanta presión. Una vez más, ojalá me equivoque.
Más nada,
Beto.